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DIARIO DE UN CINÉFILO (VIEJAS ENTRADAS)   Leave a comment

 

 

 

DIARIO DE UN CINÉFILO

NOTA: Estoy rescatando viejas anotaciones de Diario de un cinéfilo que por falta de tiempo aún no había pasado al ordenador. En este caso se trata de uno de mis directores favoritos John Ford.

29 de noviembre de 2008

Es un sábado por la tarde y no me apetece ver las películas de sobremesa en la tv, normalmente películas de suspense rodadas para espectadores relajados, tras la comida y que tienen toda una aburrida tarde de sábado por delante. Resulta curioso cómo, en el sopor de la siesta, estas películas sin la menor ambición pueden parecer hasta agradables. Seguramente las productores tienen estadísticas que les dicen el tipo de película que gustarían de ver los espectadores un fin de semana por la tarde. Están bien construidas y como meticulosamente pensadas para que el telespectador no se haga demasiadas preguntas molestas, tampoco el suspense es como para romperse la cabeza, algo sencillo, que te mantenga entretenido. Los personajes nunca alcanzan la suficiente solidez como para que te preocupe en exceso lo que les vaya a pasar. Nunca pasarán la sutil línea que separa la obra maestra, dura y sin contemplaciones, de la sencilla historia morbosa fácilmente asimilable por el espectador medio.

Pero no es de estas películas de lo que me gustaría hablar hoy, sino de la clase de cine que es su opuesto. Concretamente me estoy refiriendo a uno de mis directores favoritos, John Ford. Voy a ver en video “El hombre que mató a Liberty Balance”, una de las películas más significativas de Ford. Recuerdo cómo de niño me gustaban las películas del Oeste, de tiros, que decía mi padre. Algún que otro sábado lograba que me diera la propina y me iba al cine del pueblo donde vivíamos, en la montaña de León. Era un viejo cine, grandote, con el suelo de tablas, bancos de madera y el suelo siempre lleno de cáscaras de pipas y de envolturas de caramelos. En la sesión de la tarde el cine estaba lleno de niños gritones que metían un ruido horrible al cascar las pipas y que cuando llegaba el bueno a salvar a la chica pateaban el suelo con tal fuerza que de no haber estado el suelo debajo todos nos hubiéramos hundido.

A pesar de mi corta edad, menos de diez años, era capaz de percibir cuándo una película era “buena” o del montón. Recuerdo cómo me impresionó “El gran combate” que luego sabría era de un gran director, John Ford, y que en inglés se titulaba “Cheyenne Autum”. No trabajaba Jon Vaine, pronunciado tal como lo escribo, como le llamaba mi padre a John Wayne. Aun así me gustó mucho. De esta forma tan sencilla fue mi primer contacto con el cine de John Ford.

Me dispongo a ver un western crepuscular, como lo llamarían algunos, es decir una película que narra acontecimientos del viejo Oeste, cuando éste estaba empezando a dejar de serlo para dar paso a la industrialización, el siglo XIX se retira de puntillas para dejar pasar al ruidoso siglo XX. Ya he visto esta películas varias veces.

Ayer estuvo nevando y siguen dando nieve para el fin de semana. Es un placer tumbarse en el sofá, taparse con la mantita y disponerse a ver, sin ninguna prisa, este viejo clásico. Si el frio arrecia encenderé la calefacción. Nadie me molestará.

John Ford es uno de los grandes directores de actores por excelencia. Sus secundarios son antológicos y sus protagonistas irrepetibles. De nuevo me encuentro con dos de sus actores favoritos John Wayne y James Stewart. Toda una tarde de placer para un cinéfilo. Pero lo que más me gusta de Ford son sus historias tan humanas. Sus personajes parecen de carne y hueso y no solo porque los interpreten actores. No sé cómo se las arregló para hacer el cine que a él le gustaba, cómo convenció a los productores para que el guión fuera ese y no otro y cómo le dejaron hacer un cine personal, de autor, cuando otros directores chocaron frontalmente con el stablishmen, o como se diga. Es el caso de Orson Welles, por ejemplo, claro que ambos no se parecen mucho como personas. Hay algo en las películas de Ford que convierte sus historias, incluso las más duras, las más dramáticas, las menos digeribles, en una especie de “cine familiar” que no parece molestar a nadie. Recuerdo muy bien cómo en el colegio religioso me dejaron encargado de buscar un par de películas a la semana que fueran muy católicas y muy familiares. La televisión era un lujo y una especie de caja demoniaca también, por eso a duras penas conseguimos que nos dejaran ver la pequeña pantalla dos noches a la semana, y eso siempre que hubiera una película que mereciera la pena. Siempre triunfaba con Ford. El fraile encargado de “controlarnos” me felicitaba al día siguiente. En cambio cuando pedí permiso para que nos dejaran salir al cineclub para ver aquel fin de semana “Nazarín” de Buñuel, casi me expulsan. No mentí cuando les dije que iba de un cura, lo que me callé era que se trataba de un cura “renegado”. Pensé que no se enterarían y nosotros veríamos a Buñuel. Pero alguien le fue con el cuento o puede que se quitara la sotana y se escondiera en las últimas filas del cine. ¡Vaya bronca que me echaron!

Se podría decir que en aquellos tiempos John Ford y Buñuel eran la antítesis del cine. Ford era el bueno y Buñuel el malo, eso para quien hubiera oído hablar de él, que no todo el mundo sabía quién era. Ford siempre tuvo fama de “familiar” de conservador, de un director que defendía las ideas conservadoras y la sociedad de nuestros ancestros. En realidad muchas de sus películas del Oeste son una dura crítica al exterminio indio y no hay más que ver “Qué verde era mi valle” para darse cuenta de que Ford no podía estar con el capitalismo y la burguesía. El delator, una de sus primeras películas, es una historia dura y nada conservadora. ¡Y qué me dicen del hombre tranquilo! Su sentido del humor es delicioso, exquisito. Ford tiene una filmografía amplísima, trató todos los géneros y en todos brilló, aunque sus obras maestras son las que son. Si me sigue gustando el cine de Ford es porque trate la historia que trate siempre será humana y sus personajes son de carne y hay siempre una pizca del mejor humor y secundarios que merece ver aunque solo tengan unos minutos en una escena. Formidable director actores, un clásico en el movimiento de la cámara, olfato de sabueso para los guiones que él podría manejar y “humanizar” hasta hacerlos suyos. Por todo esto y por mucho más John Ford sigue siendo uno de mis directores favoritos. Y esta tarde de sábado, mientras afuera sigue nevando, voy a disfrutar de una gran velada cinematográfica.

Publicado 8 julio, 2014 por conchib23 en DIARIO DE UN CINÉFILO

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Diario de un cinéfilo en Sonymage II   Leave a comment

DIARIO DE UN CINÉFILO II EN SONYMAGE

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5 de febrero del 2013-02-05

Ayer, buscando una libreta donde tenía anotado algo sobre mi trilogía de Cienciaficción, Omega, me encontré con otra libreta dedicada al cine y al teatro. Hojeé sus páginas, curioso, y me encontré con anotaciones de Diario de un cinéfilo del año 2008 y anteriores. Son estudios sobre algunas películas de John Ford, de Kieslosky y otros. Miré en mi blog de cine y no los he subido. Como me pasa siempre, comienzo con mucho entusiasmo algo nuevo y al cabo de un tiempo ya ni me acuerdo de ello. Como dicen en mi pueblo: el que mucho abarca, poco aprieta. Mi pasión por todo lo que me gusta me lleva a iniciar libretas o archivos en el ordenador que luego ni me acuerdo existen. Aprovecharé esas anotaciones para este diario. Lo mismo que las reflexiones sobre piezas de teatro que he visto en directo o en el famoso Estudio 1 de televisión española o he leído.

El año 2012 ha sido bastante intenso en cuanto a películas vistas, aunque ni de lejos se acerca a la pasión que sentía en mi juventud por el cine, cuando era capaz de ver docenas y docenas de películas al mes, incluso una docena a la semana. Recuerdo aquellos maratones en los cines de León que iban a desaparecer. En el maratón del cine Mary pude ver muchas películas de Bergman y recuerdo especialmente la de Marguerite Durás, India Song, creo que se titulaba. También el maratón del cine Trianón, antes de su cierre, estuvo muy bien. Por un módico precio y la posibilidad de abonarse a varias sesiones creo que llegué a ver más de veinte películas, lo mejor del cine. La empresa quería despedirse a lo grande. Aquella era pasión y no ésta, que si veo una película a la semana me parece que ya he cumplido.

En mi agenda de películas vistas durante el 2012 tengo algo de Buñuel, Visconti, Antonioni, Robert Bresson… Mis directores favoritos del cine europeo. También he visto en el ordenador algunas películas muy interesantes, y ello sin contar con alguna que otra vista en los canales de pago.

No se puede decir que su programación sea como para tirar cohetes. Películas repetitivas, muy vistas…
Anoto para comentar en el siguiente capítulo de Diario de un cinéfilo las películas de cine independiente sobre temática de física cuántica que me recomendó Sara y que me gustaron mucho. No recuerdo muy bien sus títulos, una en blanco y negro, algo así como “Pi”, por el teorema matemático y la otra Primer o Premier, premiada en el festival de Soundance que patrocina Robert Redford. Puede que aproveche para ir metiendo poco a poco las viejas anotaciones del diario, especialmente los tres colores de Kieslosky y el estudio sobre John Ford. No puedo prometer nada porque con tanto ajetreo uno tiene que olvidar necesariamente alguna de sus pasiones para contentar a las otras. Me prometo subir al menos dos capítulos al mes. Y ojo, tengo que anotar las últimas películas vistas en mi agenda de cine.

 

Publicado 28 diciembre, 2013 por conchib23 en DIARIO DE UN CINÉFILO

Diario de un cinéfilo Introducción   Leave a comment

Me había olvidado de subir este texto que tenía previsto como introducción a Diario de un cinéfilo. Aprovecho para subirlo como copia de seguridad antes de que me olvide.

 

 

DIARIO DE UN CINÉFILO

 

I

Día de Todos los Santos. 1 de noviembre. 14 horas.

 

Se me acaba de ocurrir la idea de un diario sobre cine tras ver el final de la película Azul de Kieslowsky. Esta mañana hice la comida y algunas faenas de la casa (Conchi está trabajando) y luego puse el vídeo y terminé de ver la película. Aprovecho los momentos en los que la televisión de pantalla plana del salón está libre para ir viendo mis películas favoritas, esas que he ido grabando en video a lo largo de los años y que nadie en mi familia quiere ver conmigo. Incluso me atrevería a decir que me resultaría muy difícil encontrar una persona entre un millón que aceptara verla. A menudo me quedo a medias con alguna porque un miembro de la familia me interrumpe para ver algo en la tv que no puede esperar. Acepto mis extraños gustos cinematográficos como una especie de lepra repugnante que me avergonzaría imponer al resto del mundo.

Estas películas, que tanto me gustan, son las que los demás calificarían despectivamente como “una película en blanco y negro” “un ladrillo indigerible” “un muermo de película que dormiría hasta las piedras” etc etc Somos pocos los cinéfilos que “soportamos” ver cine clásico o películas que ya han pasado a la historia del cine y por lo tanto “están muy viejas y fuera de onda”. La mayoría las considera “aburridas”, “desfasadas” o “lentas, lentísimas”.

Como nos sucede también a los amantes de la música clásica nos vemos obligados a pegarnos los auriculares o “cascos” a la oreja para no molestar al resto de la familia o al resto del mundo, que no gusta de escuchar a Bach o a Wagner o a Beethoven o a tantos otros… Esos otros que llaman música ratonera a la ópera y no soportarían un “do” de pecho ni aunque les ataran y amordazaran.

Acostumbrados al cine norteamericano, trepidante, “rápido”, violento, o a comedias “de risa”, en la mayoría de los casos de un humor bastante grosero, pero “con buen ritmo”, el cine clásico nos parece “aburrido” y ciertos directores absolutamente “intragables”.

Viendo Azul de Kieslowsky, a uno se le ocurre pensar que el verdadero, el auténtico cine, debería ser siempre así. Debería preocuparse del ser humano, de la naturaleza humana, de las personas que se hacen preguntas sobre la vida y la muerte, sobre la naturaleza del amor…El cine debería ser siempre así, humano, sensible al sufrimiento, situar en primer plano a las personas que luchan por no ahogarse en un océano de soledad y de angustia, a las que intentan encontrar un sentido a la vida, a las que se retuercen entre emociones encontradas desde la oscuridad del anonimato, intentando atisbar  un rayo de luz… aunque fuera “lento” y “aburrido”.

El otro, el otro cine no deja de ser un juego, un “divertimento” más o menos grosero o sutil, culto o basto hasta la zafiedad.

Juliette Binoche es una de mis actrices favoritas, pocas me han seducido tan profundamente –y no solo como macho que gusta de una hembra atractiva- sino “humana y cálidamente”.  Y esto se lo debo en gran parte a Kieslowsky. Azul es la historia de una mujer que sufre no solo la pérdida de su esposo en un estúpido accidente de automóvil, sino que pierde también la confianza en sus semejantes al descubrir que él la engañaba con otra y que la vida apasionante que llevaba con el gran compositor, al que la Comunidad Europea ha encargado una gran obra conmemorativa, era solo una mentira más.

A lo largo de la película los compases de esta obra inacabada irán resonando como aldabonazos, acompañando la narración de una historia triste, profundamente triste y desesperanzada. El compositor habitual de Kieslovsky alcanza una profundidad estremecedora con tan solo unos pocos compases. No voy a desvelar toda la trama porque tal vez a alguno le apetezca verla, pero sí puedo decir que esta tercera, cuarta o tal vez quinta visión de la película me ha dejado igual de impactado y anonadado que la primera vez.

Tal vez el cine, como la misma vida, necesite de momentos variados, más “divertidos y rápidos”, más “asimilables”, más juguetones. Pero cuando uno termina de ver “Azul” no puede dejar de pensar, al menos en ese momento, en cómo le gustaría que todo el cine fuera así.

 

Publicado 5 febrero, 2013 por conchib23 en DIARIO DE UN CINÉFILO

Anécdotas sobre cine I   Leave a comment

ANECDOTAS CINEMATOGRAFICAS

 

 

FORD,JOHN

 

– Funda una productora con otros. Al quebrar la productora hace la trilogía sobre la caballería por motivos económicos, son películas de poco presupuesto. Rio Grande, La legión invencible y Fort Apache.

 

– Le gustaba tanto leer que en los rodajes llevaba un baúl con libros.-

 

La película Fort Apache está hecha con material especial para película con infrarrojos, si la copia no es buena no se ve muy bien.- Encargó escribir la biografía de los personajes al guionista F. Nugent y le dio 40 o 50 libros. Es la última película que hace con Henry Fonda con quien se enemistó rodando Mr. Roberts o escala en Haway llegando incluso a los puños. Entonces aparecerá John Wayne como su actor favorito. El personaje del General Caster está tratado con respeto y mejor que en otras películas, por ejemplo la de R. Walsh Una trompeta lejana. En esta película Shirley Temple con la que había hecho una comedia de niña hace de hija del general, está casada en realidad con John Agar con quien se casa en la película.

 

Bebía mucho,  gran amigo de sus amigos, acojonaba a los más chulos sin mover una ceja, amaba sus raíces irlandesas, nunca aceptó órdenes, odiaba a los productores y a la autoridad. Se comportaba a veces como un ogro. J. Wayne imitó de él su insólita forma de andar. Odiaba que le llamaran artista o poeta.- Sacado Crónica 3-4 00 Mariano Antolín Rato en un comentario sobre Ford.

 

Películas sobre la depresión 1929. Ruta del tabaco, Uvas de la Ira.- Steinbeck  premio Nobel literatura en 1962.- Depresión 13 millones de americanos sin empleo. N. York 70.000 niños sin hogar.

 

James Stewart lo describe: “Coge todo lo que hayas oído decir, todo lo que hayas oído decir en tu vida, multiplícalo por cien y seguirás sin tener idea de cómo es J. Ford.

Publicado 29 julio, 2012 por conchib23 en DIARIO DE UN CINÉFILO, MIS DIRECTORES FAVORITOS

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Filmografía de Bergman   Leave a comment

 

-LA CRISIS-1945.BASADO OBRA TEATRAL DE LECK FISCHER(MODERDYRET).ACOGIDO FRIAMENTE POR LA CRITICA.

-LLUEVE SOBRE NUESTRO AMOR-1946-BASADO OBRA TEATRAL BRA MENNENSKER DE OSCAR BRAATHEN.

-BARCO HACIA LA INDIA-1947- PRESENTADO FESTIVAL DE CANNES SIN REPERCUSIONES.

-NOCHE ETERNA-1948-GUION DE DAGMAR EDQVIST.PRESENTADO AL FESTIVAL DE VENECIA.ACOGIDO CON FRIALDAD.

-PRISION-1948- GUION PROPIO.RODADO 18 DIAS CON PRESUPUESTO MUY BAJO.EXITO Y BIEN ACOGIDO POR LA CRITICA.

-LA SED-1949.MUY BIEN ACOGIDA POR CRITICA Y PUBLICO.

-UN VERANO CON MONICA-1952- BIEN ACOGIDA.CENSURADA UNA ESCENA TOTALMENTE.

-SONRISAS DE UNA NOCHE DEVERANO-1955-OBTIENE EL PREMIO PRIX DE L`HUMEUR POETIQUE EN EL FESTIVAL DE CANNES DE 1956 Y UN GRAN EXITO DE PULICO.

-EN EL UMBRAL DE LAVIDA-1958.-PREMIO A LA MEJOR REALIZACION Y UN PREMIO COLECTIVO A LA INTERPRETACION FEMENINA EN ELFESTIVAL DECANNES.

-FRESAS SALVAJES-1958.-OSO DE ORO EN EL FESTIVAL DE BERLIN.

-EL ROSTRO-1959.-PREMIO ESPECIAL DEL JURADO EN EL FESTIVAL DE VENECIA.

-COMO EN UN ESPEJO-1960.CRISIS COMO REALIZADOS.DECLARA QUE ES EL PRIMERO,LOSDEMAS SON ESBOZOS.OSCAR EN 1962 A LA MEJOR PELICULA EXTRANJERA.

-EL MANANTIAL DE LA DONCELLA-1961.-OSCAR AL MEJOR FILM DEHABLA NO INGLESA.

-­ESAS MUJERES!-1964.-PRIMER FILM EN COLOR.

-EL SILENCIO-1964.- GRAN EXITO INTERNACIONAL CONESCANDALO POR SUS ESCENAS EROTICAS.

-EL RITO-1966-67-MEDIOMETRAJE BASADO EN UN GUION PROPIO.

-THE TOUCH-1971.-COPRODUCCION CON USA.HABLADA EN INGLES.

-GRITOS Y SUSURROS-1973-OSCAR A LA MEJOR FOTOGRAFIA Y NOMINACIONES MEJOR GUION ORIGINAL Y VESTUAARIO.

-EL HUEVO DE LA SERPIENTE-1974-PRODUCCION DE DINO DE LAURENTIS.

-CARA A CARA-1974-ULTIMO FILM RODADO EN SUECIA.NOMINACION OSCAR MEJOR DIRECTOR.

-DE LA VIDA DE LAS MARIONETAS-1979-SEGUNDO FILM FUERA DE SUECIA CON EQUIPO ARTISTICO Y TECNICO GERMANO.

-FANNY Y ALEXANDER-1982-EL FILM MAS CARO.-ANUNCIA QUE ES SU ULTIMA PELICULA.OSCAR 1984 AL MEJOR FILM-FOTOGRAFIA,VESTUARIO Y DIRECCION ARTISTICA.

-DESPUES DEL ENSAYO-1983-FIL PARA LA TELEVISION SUECA.

-EL SIGNO Y LOS DOS BIENAVENTURADOS-1986-FILMS PARA LA TELEVISION SUECA.

 

 

 

 

 

 

 

Publicado 29 julio, 2012 por conchib23 en DIARIO DE UN CINÉFILO, MIS DIRECTORES FAVORITOS

DIARIO DE UN CINÉFILO 17 mayo 2012   Leave a comment

 

Diario de un cinéfilo II

Publicado el 17 mayo, 2012 por papus21

 

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KIEWLOSKY Y SUS COLORES

Domingo, 12 de Octubre de 2008

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KIEWLOSKY Y SUS COLORES
de CESARGARCIA434 el sáb 04 oct 2008 15:44 CEST  |  Link permanente  |  Cosmos

Poseo una videoteca aceptable. Tengo inventariadas más de quinientas películas.

 

Hace unos días decidí volver a ver Azul de Kieslosky, uno de mis directores favoritos. No me decepcionó lo más mínimo a pesar del tiempo transcurrido.

Es un director que ama al ser humano y gusta de profundizar en su intimidad hasta parecer morboso. No lo es en absoloto, porque lo que nos deja ver de sus personajes no es la parte más morbosa de su personalidad, sino la más auténtica, la más humana e incluso a veces la más espiritual.

 

Azul forma parte de su famosa trilogía de colores. Una vez más su actriz favorita interpreta a una mujer atormentada y dispuesta a intentar sobrevivir a la dureza de la vida, aunque nadie le garantice el éxito.

 

La esposa de un famoso compositor de música contemporánea tiene que enfrentarse al fallecimiento de su marido en un accidente de automovil. Deja incompleta una obra que le fue encargada. Estos supuestos fragmentos de la obra inconclusa irán punteando toda la narración, dándole una enorme fuerza.

La protagonista, hundida en la desesperación, tomará decisiones encaminadas a liquidar su pasado, sin que ello implique buscar un nuevo futuro. Pero el destino irá poniendo en su camino, implacablemente, el recuerdo de un pasado que no se resigna a morir.

 

Kieslowsky es uno de mis directores favoritos. Por su humanidad, por la sensibilidad que derrocha al tratar los temas más duros y escabrosos, por el mimo con el que cuida a sus actores y por ese manejo implacable y sensible hasta el dolor con el que maneja su cámara. Creo que nunca pasará a una segunda fila en mis preferencias cinematográficas.

Publicado 23 julio, 2012 por conchib23 en DIARIO DE UN CINÉFILO

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Diario de un cinéfilo III   Leave a comment

DIARIO DE UN CINÉFILO III

 

Aprovechando que mi mujer y mi hija están pasando unos días de vacaciones en León (yo he tenido que quedarme porque no podemos coincidir todo el periodo vacacional) he aprovechado para dedicar un poco más de tiempo a mis grandes aficiones. A pesar del calor he trabajado un poco en la corrección e ilustración de alguna de mis novelas, como Un escritor frustrado, Crazyworld o Diario de un gigoló. He impreso unas cuantas páginas para mis libros o álbumes ilustrados y también he aprovechado para subir a mi almacén nuevos textos. Pero la mayor parte del tiempo la ha consumido la visión de películas que tengo que ver solo porque no gustan ni a mi mujer ni a mi hija, yo diría que casi no gustan a nadie. Son esas viejas películas en blanco y negro, esos clásicos del cine, de los que parece solo disfrutamos unos pocos y casi a escondidas, por miedo a que nos tilden de diplodocus o frikis.

Es una pena que no hubiera descubierto antes la utilidad del pendrive para ver películas en la pantalla plana y grande del televisor. Hubiera visto muchas más películas. No me gusta mucho verlas en el portatil porque me resulta incómodo y no las disfruto tanto. Ahora con el pendrive nada más fácil que copiar las películas desde mi ordenador, meter el aparatito en el reproductor de CD y darle a la fuente USB.

Ha sido un gran placer disfrutar de algunas películas durante estos días. He vuelto a ver «Ma nuit chez Maud» (Mi noche en casa de Maud» de Eric Rohmmer. Una película en blanco y negro, tal vez de finales de los sesenta, que viera por primera vez en un cineclub de León, allá por el año 1977, tal vez. Creo que la había vuelto a ver una segunda vez hace años. Protagonizada por Jean-Louis Trintignant, François Fabian (uno de mis mitos eróticos juveniles) y Marie-Christine Barrault, con un rostro dulce que enamora pero que pierde un poco cuando se la ve en traje de baño al final de la película.

Se puede decir que todas las películas de Rohmmer, o al menos la mayoría, son una especie de obras de teatro con mucho diálogo y poco movimiento de cámara. Comprendo que para los no cinéfilos, como mi mujer y mi hija, resulten muy aburridas y sosas. Para mí, que comencé mi trayectoria cinéfila en los cineclub de los años setenta, donde todo eran películas en blanco y negro y subtituladas (La nouvelle vague, Robert Bresson, Dreyer, etc, o las películas en blanco y negro de Bergman, el séptimo sello, etc) es un reencuentro muy placentero con aquellas viejas y muy agradables sensaciones.

Rohmmer resulta tan demoledor como Buñuel, pero de otra forma muy diferente, aunque no me gusta el boxeo, la metáfora viene muy a cuento. Buñuel sería como un boxeador con un terrible gancho de izquierda, que en cuanto te caza la mandíbula te deja k.o. En cambio Rohmmer es un boxeador que utiliza mucho la izquierda para puntear y al cabo de un combate a catorce asaltos acabas siendo consciente que estás absolutamente roto y te dejas caer al suelo para que te pise quien quiera.

En esta película el director tiene más pulso narrativo, se hace menos asfixiante y aunque no pasa nada terrible, como en el resto de sus películas, la disección de una sociedad y de unos personajes llega a ser mareante. Se enfrenta a una especie de católico-seductor-unpocodepacotilla como es Trintignan a un amigo que resulta ser comunista y casi tan pacato o más que el católico a la hora de seducir a una mujer. Las dos mujeres son también personajes muy peculiares, desde el atractivo un tanto caprichoso y traumatizado de François, a ese comportamiento de mosquita muerta de Marie-Christine. El final resulta un tanto sorprendente e irónico, pero no lo voy a desvelar por si alguno siente la tentación de ver este clásico de la nouvelle vague y del cine europeo.

Tras un combate a catorce asaltos me dispongo a recibir un k.o. técnico a las primeras de cambio con Buñuel. Elijo Susana, demonio y carne, que es la primera vez que veo. El cine de Buñuel es tan amplio y tan difícil de conseguir que no es de extrañar que hasta a un cinéfilo tan buñueliano como es mi caso se me haya pasado alguna película.

Se trata de una película de su etapa mexicana en blanco y negro que para un no conocedor de Buñuel puede sorprender y llevar a engaño. Parece un culebrón televisivo y el final tan «puritano» y «moralista» que uno piensa, ¡pero bueno, no decían que Buñuel era tan destructivo y de izquierdas! Pues sí, efectivamente lo es, porque el final es para echar una homérica carcajada. Es una burla exquisita y mucho más discreta que el Discreto encanto de la burguesía. Susana,la malvada y demonia, no es otra cosa que una pobre mujer destrozada por la sociedad y cuyo comportamiento demoníaco a veces resulta tan ingenuo (ingenuidad años cincuenta o sesenta) que dan ganas de reír.

Una película buñueliana hasta la médula y tan demoledora o más como El angel exterminador o cualquiera de las «demoledoras» buñuelianas.

Para hoy, último día que estaré solo, porque ya llegan mis nenas, a las que he echado mucho de menos, he elegido una película de Robert Bressón, «Au azard Balthazard», que viera en mi juventud y de la que apenas conservo otro recuerdo que el de un simpático burrito. Está en francés porque no la he podido conseguir subtitulada. Imagino que me perderé algo porque mi francés escuchado no es tan bueno como el leído. Para completar la sesión he elegido La edad de oro de Buñuel, una de las primeras y de las más grandes.

Solo mencionar de paso (las dejaré para un tercer capítulo) que he vuelto a ver Muerte en Venecia de Visconti, el más exquisito, burgués y decadente de los directores europeos. La belleza de su cine es impresionante. Si mezclamos Venecia, Thomas Mann y Visconti uno acaba por morir de tanta belleza, como el protagonista.

Tengo que ir poniendo al día mi agenda, Diario de un cinéfilo, llevo tiempo sin anotar las películas que he visto. Estos diez días he vuelto a recuperar mi pasión por el cine. Ojo, que no se me olvide intentar recuperar aquel blog que llevaba sobre cine y poner el enlace aquí en Rayuela. Es que uno no tiene tiempo para nada. También me gustaría recuperar mi pasión por la música, acabo de escuchar los conciertos de Bradenburgo de Bach, y la música en general. ¿Cómo se llama ese cantante de la canción final de esa película de Sam Mendes cuyo título ahora no recuerdo y que he visto hace unos días y que me dejó muy sensible? Buscaré en la agenda de cinéfilo, debo tener el título por alguna parte.

Por lo menos me olvido un poco de la maldita crisis, del calor, del futuro que nos espera, y de que entre una cosa y otra estoy durmiendo muy mal. Es como si mi subconsciente estuviera excesivamente cargado. Dejemos por hoy este diario.

Publicado 21 julio, 2012 por conchib23 en DIARIO DE UN CINÉFILO

Diario de un cinéfilo II   Leave a comment

DIARIO DE UN CINÉFILO

El fin de semana pasado vi la película de Eric Rohmmer, Cuento de primavera. Típica película de Rohmmer con diálogos ilustrados, secuencias largas y muy lentas. Los problemas de sus personajes son tan grises y anodinos como ellos mismos, tal vez esta temática sea la mejor crítica que se puede hacer a una sociedad aburguesada y sin metas. ¿Veré este fin de semana «L’amour aprés midi» El amor después del mediodia o será demasiada indigestión de Rohmmer? He vuelto a anotar en mi Diario de un cinéfilo las últimas películas vistas. Debería retomar este diario para Rayela. Me falta tiempo, pero el cine ha sido mi gran pasión desde siempre. Intentaré sacar unos minutos todas las semanas. Sara, mi hija, nos ha dejado unas cuantas películas que estamos viendo su madre y yo. Su gusto es tan raro como el de su papá, por eso me encantan, especialmente la película-documental sobre una especie de gurú norteamericano con una casa en plena naturaleza para meditaciones. Me encantó, lo mismo que El árbol de la vida con Brad Pit y la Fuente de la vida. Esta niña me tiene calado el gusto cinematográfico. A ver si encuentro un rato y comento todas estas películas. Por cierto, la película de George Cloony sobre un ejecutivo que se encarga de despedir a los trabajadores porque sus jefes no se atreven y que se pasa la vida en aviones me gustó, muy interesante, humor cínico del bueno.

Publicado 21 julio, 2012 por conchib23 en DIARIO DE UN CINÉFILO

JOHN HUSTON-BIOGRAFÍA II   Leave a comment

          
    
                   EL HALCÓN MALTÉS
              Paul Kohner había escrito en mi contrato que si la Warner volvia a renovárrmelo yo podria dirigir una película. Elegí la novela de Dashiell Hammett. Ya había sido filmada dos veces anteriormente, pero nunca con éxito. Los guiones anteriores habían sido producto de escritores que habían pretendido poner su propio sello en la historia, escribiéndola de nuevo con escenas innecesarias.George Raft rechazó el papel principal, no quería trabajar a las órdenes de un director sin experiencia, asi que me pusieron a Bogie por lo que quedé debidamente agradecido. Yo me preparé muy bien para mi primer trabajo como director. ElHalcón maltés tenía un guión muy cuidadosamente estructurado,no solo escena por escena,sino plano por plano.Hice un esquema de cada secuencia. Se las mostré a Wyler, quien hizo algunas sugerencias pero en conjunto lo aprobó.     
         Hacía que los actores ensayaran una escena,los dejaba desenvolverse sin instrucciones. A medida que decían sus textos y se movían,la mayoría delasveces se iban colocando en las posiciones que yo tenía reflejadas en misesquemas. Algunas veces lo que hacian era mejor que loque tenía planeado.El actor inglés Sydney Greenstreet había trabajado en Broadway pero era su primera película. Estuvo perfecto en su papel del Hombre Gordo desde el principio. Mary Astor fue la encantadora asesina según mi idea de la perfección.Peter Lorre fue uno de los actores más ajustados y sutiles con los que trabajé nunca. Debajo de ese aire de inocencia que utilizaba con gran efecto,uno presentía un Fausto mundano.
         Yo sabía que estaba haciendo una buena interpretación mientras rodábamos, pero no sabía lo buena que era hasta que lo vi en la pantalla. Bogie era un hombre de estatura media no particularmente notable fuera de la pantalla,pero algo sucedía cuando estaba interepretando el papel adecuado. Aquellas luces y sombras formaban en una personalidad difente y más noble: heroica como en El último refugio. Juraría que la cámara tiene una forma de ver el interior de una persona y de registrar cosas que el ojo desnudo no percibe. Gobie estaba casado con Mayo Methot a quien llmaba Rosebud. Ella siempre estaba en escena,chillona y exigente. Bogie la consentía y hacía lo posible por calmarla. Pero si notaba que no era el centro de la atención desencadenaba un infierno.Era conocida por arrojar los plantos en los restaurantes y esgrimir cuchillos. Solo puedo asombrarme de que Bogie la aguantara tanto tiempo.Todos pensábamos que estábamos haciendo algo bueno pero ninguno tenía idea de que sería un gran éxito y que con el tiempo se convertiría en un clásico. No se cambió ni una línea del diálogo durante la filmación. Quité una escena corta cuando me di cuenta de que podía sustituirla por una llamada telefónica sin que se peridera nada de la historia.Había una escena larga en el apartamento de Sam Spade,que de acuerdo con mi planificación tenía que ser hecha con una serie de planos,pero en los ensayos decidimos que en lugar de hacerlo así la haríamos con movimientos de cámara en esa escena que en cualquier otra que en cualquier otra que haya hecho nunca. La rodamos en una sola toma. No recuerdo cuántos movimientos de cámara se hicieron pero me viene a la memoria el número veintiseis. Me reuní con el compositor Adolp Deutsch. Como ocurre con un buen montaje se supone que por lo general el público no es consciente de la música. Ésta se dirige directamente a nuestras emociones sin que tengamos consciencia de ello, aunque por supuesto hay momentos en los que la música debe resaltar y dominar la la acción.Cuando llegó la hora de la proyección privada me sorprendió que Jack Warner y Hal Wallis asistieran. Los jefes de publicidad y guiones y otros hombres importantes estaban  allí. Despertó más interés que lo normal para una película de serie B. La reacción del público fue buena.Le hable a Hall Wallis de Howard Koch el autor de lonely Man y lo trajeron a la Warner,más tarde hizo el guión de Casablanca.Su carrera fue truncada por la caza de brujas.

Publicado 30 diciembre, 2009 por conchib23 en DIARIO DE UN CINÉFILO, MIS DIRECTORES FAVORITOS

AKIRO KUROSAWA Y IV   Leave a comment

ACTORES DE TELEVISION:

 

Por otra parte, creo que los actores  que trabajan mucho para la televisión tienen un modo de actuar deformado. Trabajan sin ser dirigidos por un director meticuloso y la afectación, la exageración y lo artificial acaban siendo para ellos una cosa corriente. Mientras que en todos los países se tiende a que la interpretación sea cada vez más natural, en Japón sucede todo lo contrario. Me pregunto por qué.

 

Emplear a estos actores, corrigiendo sus gestos, exige tiempo y esfuerzos. Es preferible modelar a desconocidos a  partir de cero. En mis películas he trabajado a veces con debutantes y tengo la impresión de haberlo hecho con relativo éxito. En cualquier caso, tengo confianza. Me parece también que todavía se puede confiar en un actor que, teniendo una carrera detrás de sí pueda, no obstante, sacrificarla para rodar con nosotros. Los que causan problemas son los que se acartonan en un modo de interpretación estereotipado.-Positif nº 225.

 

ENSAYOS:

 

Con los actores empiezo a ensayar en los camerinos. Primero les hago repetir los diálogos y, luego, poco a poco, les marco los gestos y los movimientos. Pero todo ello ya con trajes y maquillaje. Al llegar al plató volvemos a repetirlo todo. Los ensayos meticulosos ahorran mucho tiempo en el momento de rodar. No sólo ensayamos la interpretación de los actores sino todos lo que intervienen en la escena: movimientos de càmara, luces, etc.-Autobiografia.

 

PAPELES FEMENINOS:

 

Si prefiero los papeles masculinos a los femeninos es porque consigo describir mejor al hombre que a la mujer. Pero también puedo ser un director de actrices. Basta ver los papeles femeninos en Barbarroja, Dodeskaden o No añoro mi juventud. Setsuko Hara era una actriz maravillosa, no extraordinaria pero que sentía sus personajes. De hecho, como decía Ozu, era la mejor.

Positif nº 132.-

 

LA GUERRA:

 

Es mi especialidad. Una vez, hablando con Mizoguchi, nos decíamos que nosotros nos habíamos repartido la galería de retratos del cine japonés. El, las mujeres, yo los samurais.-El cine de los grandes maestros.

 

EL SONIDO:

 

Para mí una película es sobre todo la síntesis de imágenes y sonido. El momento más excitante, en el que de verdad me estremezco, es el momento en el que añado el sonido. Antes de elegir el sonido, naturalmente, calculo, imagino el efecto que producirá la escena con este o aquel sonido. Espero, pues, un cierto efecto. Pero a menudo sucede que el sonido, sobrepasando todas mis previsiones, centuplica el efecto de una escena. En ese momento, tiemblo. No es la música lo que me interesa especialmente, sino los sonidos concretos, reales. Por ejemplo, si se introduce una canción jovial en una escena de profunda tristeza, la tristeza adquirirá una potencia maravillosa, no obstante concedo una gran importancia a los sonidos más corrientes de la vida. Reconozco que soy muy difícil para el sonido. Para mí el sonido concreto es, por ejemplo, un disco que suena en un café, pero siempre, en cualquier caso, el sonido exacto…Cinema d’aujourd’hui nº 77.

 

MUSICA:

 

En el ángel borracho trabajé  por primera vez con el compositor Fumio Hayasaka. El puso música a todas mis películas hasta que murió.

 

Siempre estuve muy satisfecho con su música. Cuando murió, en 1955, me quedé muy afectado. Después no encontré a otro compositor más que a Masaru Sato, alumno de Hayasaka. Para sus composiciones le doy indicaciones muy precisas. Para el final de Barbarroja, por ejemplo, le pedí que volviera a escuchar la novena sinfonía de Beethoven y se inspirase directamente en ella. Para Mercenario y Sanjuro de las Camelias le pedí que escribiese una música deliberadamente paródica. Para otras películas he encontrado temas musicales completamente al azar, escuchando la radio, por ejemplo.-Positif nº 132.

 

MONTAJE:

 

El montaje es un trabajo realmente apasionante. Rara vez muestro al equipo los rushes tal y como han sido rodados. Por el contrario, lo que hago todos los días una vez terminado el rodaje es meterme en la sala de montaje y trabajar unas tres horas en un premontaje. Lo hago así porque creo que debo hacerlo antes demostrar a los miembros del equipo el resultado de su trabajo, y porque también me parece una forma de estimular su interés y enseñarles las razones por las que se han pasado diez días para obtener un plano determinado. Cuando ven montado el material obtenido con su trabajo se entusiasman. Y, además, como monto a medida que se  rueda, al finalizar el rodaje no me queda más que afinar los detalles.-Autobiografia.

 

EL ESTILO:

 

La forma y la técnica tienen su razón de ser para expresar la idea del autor. Esmerarse en el estilo sin tener nada que decir, destruye el estilo mismo. Sólo cuando un realizador tiene algo que decir encuentra la forma, el savoir faire y la técnica necesarias para la realización de su película. Si únicamente se está preocupado por la manera de decir las cosas, sin tener algo verdadero que decir, se verá fácilmente que el lenguaje por sí solo no conduce a nada. La técnica no da una dimensión diferente a un realizador. Por el contrario, puede limitarle. La técnica sola, sin nada a lo que aplicarla, destruye la idea fundamental que siempre debe dominar.-Satyadjit Ray,Ecrits sur le cinema.-

 

TENDENCIAS DE SU CINE:

 

Creo que en mi filmografía hay dos tendencias. Una tendencia realista (El perro rabioso, Vivir) y una tendencia artística (Los siete samurais, El trono de sangre). Estas dos tendencias existen en mi obra. Pero ambas brotan en mi espontáneamente, sin que yo tenga conciencia. No me considero un realista. Me esfuerzo por serlo, pero no lo soy. No consigo nunca ser realista porque soy un sentimental. Me siento profundamente vinculado a las artes plásticas, a la belleza. No puedo mirar fríamente la realidad. Por estas razones no me considero un realista. Creo que si en mis películas hay a veces escenas atroces no es por realismo sino por culpa de mi debilidad. Realmente tengo el corazón muy sensible.Michel lMesnil Cinema d’aujourd’huy nº 77.-

 

PROTAGONISTAS.

 

Soy el tipo de persona que trabaja con pasión y se entrega en cuerpo y alma a lo que hace. Me gustan los veranos ardientes, los inviernos helados,l as lluvias torrenciales y las grandes nevadas. Todo ello aparecen mis peliculas. Me gustan los extremos porque los encuentro más vivos. Siempre he constatado que los hombres que piensan como hombres, que actúan como hombres, que son más ellos mismos, siempre son mejores que los demás.Cinèma d’aujourd’hui nº 77

 

TEMA PELICULAS:

 

Yo creo que todas mis películas tienen un tema en común. Pero si reflexiono e intento definirlo, el único tema en el que pienso es el que puede resumirse en esta pregunta: ¿por qué los hombres no son capaces de ser más felices juntos? Cinema d’aoujourd’hui nº 77.-

 

                           FIN

Publicado 30 diciembre, 2009 por conchib23 en DIARIO DE UN CINÉFILO, MIS DIRECTORES FAVORITOS